Cuando los soviéticos descubrieron que no tenían material para realizar películas a mediados de la década de 1910, decidieron estudiar las películas que ya existían, principalmente las estadounidenses. Esto, además de crear la primer escuela de estudios cinematográficos, abrió la posibilidad de explorar la cinematografía desde otra perspectiva y de entender las articulaciones que le pertenecen a este medio. Entre los grandes descubrimientos fue el relacionado al montaje, concepto tomado de los franceses en cuanto al orden que deben tener las imágenes en una película para generar una lógica secuencial y entendible para el público que observa la cinta. Los soviéticos descubrieron que este "ordenamiento" de las imágenes en la banda visual posibilitaba una especie de lectura muy específica de lo proyectado, a lo cual se le llamó "el efecto Kuleshov". Lev Kuleshov fue uno de los fundadores de la primer escuela de estudios cinematográficos ubicada en Moscú a f...
Hace tiempo que no me tocaba experimentar una función de cine en donde la audiencia le gritara a la pantalla como esperando que los personajes reaccionen a sus consejos o que, al momento del beso, se escucharan los aplausos de aquellos apasionados que se ven reflejados en la imagen de la gran pantalla. La película en cuestión fue la de "Eso", primera vez que se lleva al cine la adaptación de la novela homónima de Stephen King, y segunda vez contando la mini-serie para televisión. Esta interacción con la imagen cinematográfica, que normalmente responde a las películas de horror, y mi intención de relacionarla con lo que menciona Juhani Pallasmaa en "Los ojos de la piel - La arquitectura y los sentidos", me hizo recordar a otro personaje de la industria estadounidense que poco a poco ha sido olvidado por el mismo medio que lo produjo, un personaje que deseaba traspasar la barrera de la hegemonía escópica a la que está condicionada la cinematografía para con...